martes, 13 de septiembre de 2011

Capítulo 11.


Capitulo 11:

Narra Emma:

Esa noche otra vez nos reunimos todos para pasar un buen rato. Esta vez el evento fue en la casa de Sophia. Estábamos todos. Incluyendo a Nicholas y Natalí. Con respecto a el, cuando llego ni siquiera me saludo, y hasta el momento no me dirigía la palabra. Y su novia parecía más que satisfecha por eso, y cada tanto me disponía una mirada burlista, gozando que nuestra amistad con Nick hubiese terminado. Mientras todos charlaban, empezaron a conversar sobre lo que había ocurrido entre nosotros, y preferí no estar allí, así que salí afuera y Robbie me siguió por detrás.

-Estoy harta de que todos me culpen. – Me queje molesta.

-Yo no te culpo de nada. – Dijo el. Yo solo sonreí sin ganas.

-Si, se que tu no desconfías. Pero Nicholas, y sus amigos si, y no los entiendo. Todos piensan mal sobre mí ahora. – Exclame dolida.

-No tiene que importarte lo que digan los demás. Mejor ven conmigo, deja de prestarles atención. – Me aconsejo. Y de cierto modo tenia razón. Le dije que me esperar unos minutos, que antes de irme debía aclararle algo a Nick. Así que lo fui a buscar, y el algo indiferente me siguió para hablar.

-¿Qué quieres ahora? – Preguntó mostrándose poco interesado en mí.

-Sé que ya no te intereso. Sé que nuestra amistad termino, y bien, ya no hay arreglo. Pero quiero que sepas que yo soy inocente. – Exprese y le entregue mi celular con el mensaje.- Mira la hora. – Indique. El la observo.

-Si, dice que fue enviado a los cinco y media de la tarde. ¿Qué hay con eso? – Cuestiono.

-No sé si recuerdas pero yo a esa hora estaba junto a Robbie, estaba afuera y ni si quiera tenia mi teléfono allí. – Explique razonablemente. Y el solo se quedo sin palabras. - ¿Ya no tienes nada para decirme, no es así? Es una lástima que hayas arruinado nuestra amistad por no creer en mi. – Exclame casi al borde de las lágrimas.

-Espera Emma… lo siento, no sabía, es que… - Comenzó a disculparse pero lo interrumpí.

-Es que ahora es demasiado… demasiado tarde.- Dije finalizando nuestra conversación. Pase a su lado con indiferencia hice algunos pasos pero Nicholas insistió y tomo mi mano detrás de mí.

- Entiendo que ya no quieras ser mi amigo, fui un tarado. – Se disculpo. – Solo te pido que te cuides de Robbie. – Pidió mirándome fijamente a los ojos. En seguida quite mano que estaba pegada a la suya, y sin decir nada seguí mi camino. No quería seguir siendo parte de sus problemas con su novia. Así todo seria mejor.

Narra Melody:

Mientras oía lo que decían los demás, no podía dejar de pensar en Joe. Hace unos minutos estaba allí con nosotros, y luego desapareció. Me causaba tanta intriga su forma de ser, quería estar con el. Últimamente habíamos estado compartiendo salidas, y conversaciones más profundas, nos estábamos conociendo mejor de a poco, lentamente. Tenia que ser totalmente comprensiva con el, era obvio que desconfiaba de todo el mundo.

Lo esperé unos segundos más y me di cuenta de que no regresaría. Así que salí a buscarlo totalmente sola. No me importaba perderme la “diversión”. Solo quería pasar tiempo con el, porque me hacia sentir bien. Hasta que lo vi ahí, sentado sobre un bajo pilar de una casa un poco más alejada de todos. También estaba solo. Me acerque cautelosamente, hasta que me vio.

-¿Molesto? – Pregunté algo incomoda. Tal vez el quería estar solo y yo lo interrumpía.

-Claro que no, ven si quieres. – Dijo y sonrió brevemente. Así que me senté a su lado.

-Joe ¿te pasa algo? Puedes contar conmigo. – Dije amistosamente.

-No, en realidad estoy cansado. Solamente eso. Igual, gracias por preocuparte por mí. – Respondió.

-Siempre me preocupo por la gente que realmente quiero.- Exprese con suma sinceridad.

-Sabes Melody, tú eres una chica muy dulce. Y últimamente me di cuenta que en ti puedo confiar, porque eso es lo que me inspiras, confianza. – Exclamo el mirándome diferente.

-Entonces… ¿soy tu amiga? – Pregunté algo confundida.

-Más que eso. Mi mejor amiga. – Dijo tiernamente. Yo lo mire mientras mis ojos brillaban y sonreí al mismo tiempo que sentía mariposas en el estomago. No resistí más la emoción y lo abrace con cariño, el me correspondió el gesto, y me sostuvo unos segundos con fuerza. Estaba logrando acercarme a Joseph, más fácil de lo que pensé. Se notaba que entre nosotros existía una gran conexión.

Narra Nick:

Cuando Emma pudo confirmarme que ella era realmente inocente, me sentí totalmente mal. Ahora que lo pensaba con más tranquilidad, era imposible que ella hiciera algo así, no había caso. Pero lamentablemente reaccione estúpidamente, y no hice más que alejar a mi mejor amiga de mí. Ahora lo único que podía hacer era averiguar quien fue la persona que envió ese mensaje, alguien debió tomar su teléfono y hacerlo por ella. Después de esa pequeña discusión con Emma, no tenía ganas de seguir en aquella reunión. Y creo que Natalí lo noto, ya que se acerco al preguntarme que me sucedía.

-Estoy bien. – Respondí falsamente. – Pero… ¿podemos hablar afuera unos minutos? – Pregunté.

-Claro que si. – Accedió a mi pedido.

-Natalí, con respecto a ese mensaje… no fue Emma quien lo envió. – Dije. – Necesito que me ayudes a averiguar quien lo hizo. – Pedí.

-No sé como puedo ayudarte, Nicholas. Estoy harta. ¿Podrías dejar de pensar en ella? Si ni si quiera se preocupa, se fue con Robbie, no le interesa más nada. – Dijo enojada. Entonces preferí olvidarme del tema ahora que estaba junto a mi novia, ya que se notaba demasiado molesta cuando le hablaba sobre esto. No causaría más problemas.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Capítulo 10.


Capitulo 10:

Narra Natalí:

Al día siguiente hable con Robbie. Me dijo que Nicholas los vio besándose, y que se fue muy enojado y molesto por lo que había ocurrido. Y me di cuenta de que era mi gran oportunidad de develar ese mensaje que “supuestamente” Emma me lo había enviado. Entonces esa tarde, me dirigí inmediatamente hacia la casa de mi chico. Al verlo, le pregunte si estaba todo bien, y me respondió con un cortante “si”. Notaba que estaba molesto por algo, era inútil, lo sabia aunque el intentaba ocultármelo.

-Parece que ya te enteraste… - Dije.

-¿De que hablas? – Preguntó.

-Emma y Robbie. Todo el barrio sabe que ya son, bueno, novios. – Insinué. – Y tu sigues prestándole más atención a ella… - Exclame molesta.

-Estoy cansado de que siempre hables del mismo tema, Natalí. Déjala en paz. – Dijo mostrándose harto de ese tema.

-¿Qué la deje en paz? Creo que ella debería dejarme en paz a mí. No puedo dormir tranquila, Nicholas. Todo por tu amiguita. – Dije fingiendo estar enojada.

-Basta, deja de hablar así. Realmente me molesta que te comportes de esta manera, Emma no te hizo nada. – Repito lo mismo que en la discusión anterior. Y ahora era el momento perfecto para develar todo.

-Mira esto. – Dije entregándole mi celular con el mensaje en la pantalla. - ¡Léelo en voz alta! Y luego dime si sigues creyendo su papel de buena. – Exclame fastidiada. Entonces Nicholas comenzó a leer:

“Natalí, no creas que te dejaré tranquila. Nunca podrás estar en paz con Nick, mientras este yo. Juro que voy a destruirte, y te quitaré todo lo que tienes. Eres una idiota, maldita perra.”

Y al ver que provenía del teléfono de su amiga, la expresión en su rostro cambio totalmente. Y claro, era completamente inesperado todo esto para el. Nunca iba a imaginarse que su mejor amiga haría algo así, y además, al mismo tiempo, se besaba con otro chico. Todo coincidía a la perfección, ahora nada podía salir mal.

-¿Qué dices ahora? – Cuestione con seriedad. Al mismo tiempo que por dentro festejaba mi primera batalla ganada.

-No lo sé… - Dudo. – Lo siento Natalí, pero debo hablar con Emma. No puedo creer esto. – Dijo confuso.

-Está bien. – Exprese fingiendo comprender su situación. – Habla con ella, y luego veremos que pasa. Pero tú querías pruebas y te las traje. – Exclame por última vez. Me despedí de el, y regresé a mi casa. Aunque Nicholas dudaba, estaba segura que no le creería a Emma. Pues si revisaba su teléfono, se encontraría nuevamente con el mensaje.

Narra Nicholas:

Luego de que se fue Natalí, al instante me dirigí apresuradamente a la casa de Emma. Ya estaba anocheciendo. Cuando golpe la puerta, su hermano me atendió, me estrecho la mano para saludarme, y luego me dio permiso para ingresar a su casa. Esperé unos minutos a Emma, que bajo de su habitación y se encontró conmigo.

-Nicholas. Que sorpresa verte aquí. – Expreso realmente sorprendida. – Espero que vengas por algo bueno. – Dijo.

-De hecho… todo lo contrario. – Exprese. Y su mirada se torno distinta. – Necesito que me digas la verdad. – Pedí.

-¿Qué pasa Nick? Me asustas. – Exclamo confusa.

-Estás atacando a Natalí, con tus mensajes. – Manifesté con seriedad. - ¿Por qué lo haces? - Pregunté desconcertado.

-¿Qué? – Cuestiono con actitud extraña, parecía confundida y exaltada a la vez.

-Hablo del mensaje que le enviaste ayer. Decía algo como que ibas a destruirla y quitarle todo lo que tenía. ¿Por qué lo haces? – Regresé a cuestionarla.

-Nicholas… ni si quiera… ni siquiera se de que hablas. Si eres mi amigo ¡Debes creerme! Yo no ataque a tu novia en ningún momento. No sé lo que te dijo, no sé que fue lo que te mostro, pero yo no hice nada. – Se defendió casi al borde de las lágrimas.

-Emma… préstame tu celular. – Pedí. Quería ver si el mensaje seguía allí.

-¡No! No voy a presártelo, porque tú como mi mejor amigo deberías creerme, siempre soy sincera contigo. – Se negó. Y eso lamentablemente me confundió aun más, y mis sospechas comenzaron a activarse.

-¿Entonces porque no me dejas ver tu maldito teléfono? – Cuestione enojado. – Estás mintiendo. Duele decir esto, pero estás mintiendo, y estoy tan decepcionado de ti. – Exprese con sinceridad. Ella parecía estar sin palabras, pues no hablaba.

- Eras mi mejor amigo… Nicholas. Te lo diré por última vez. ¡Créeme o vete ahora mismo de mi casa! – Expreso entre lágrimas.

-Jamás imagine que tú fueras este tipo de personas. Adiós. – Finalice la discusión. Acto seguido salí de su casa, pero antes de poder seguir caminado su hermano, Taylor, me detuvo.

-¿Qué le hiciste a mi hermana? – Cuestiono enojado.

-Pregúntale a ella que fue lo que me hizo. – Dije. – Ataca a mi novia, quiere quedarse conmigo, y encima anda besuqueándose con un idiota. – Exclame al mismo tiempo que me revelaba demasiado molesto. Su hermano solo me miro desconcertado. Y yo solo seguí mi camino.

Narra Emma:

Cuando Nicholas salió me fije en mi teléfono, y encontré aquel mensaje del cual el hablaba. Pero había un problema, yo jamás había escrito eso. Alguien tuvo que hacerlo por mí y debía averiguar quien era la persona que lo había hecho. Al menos mi hermano y mis mejores amigas creerían en mí. No como Nicholas, que rápidamente desconfió, me lastimo, me sentí tan mal cuando el no creyó en mi, y me juzgo como si no me conociera. Tantas veces fui sincera con el, siempre le decía la verdad, pero el no tenia en cuenta eso a la hora de juzgarme, y lo hizo como si nada. Es obvio que me sentía dolida, traicionada, y hasta decepcionada de el. Al día siguiente de la discusión, Jenna y Melody vinieron a casa, querían saber exactamente que fue lo que sucedió, y les conté.

-¿A que hora enviaron ese mensaje? – Preguntó Jenna. Y acto seguido yo tomé mi celular para fijarme el pequeño detalle.

-Fue enviado a las cinco y media de la tarde. – Afirme. Ella pensó un segundo y luego regreso a cuestionarme.

-¿Qué estabas haciendo a esa hora? – Indago.

-No lo sé, estaba mirando televisión y… ¡Ah! Robbie llego y me pidió hablar afuera. Es más, Nicholas estuvo aquí a esa hora y me vio afuera – Conté. Ahora podía comprobar que no había sido yo la que envió ese mensaje. ´

-¿Viste? Solo era cuestión de pensar un poco. – Acotó. Yo sonreí contenta.

-Ahora corre, dile a Nicholas. El va a arrepentirse de no haberte creído. – Indico Melody.

-Lo sé, tal vez sea así. Pero no será fácil perdonarlo. Era mi mejor amigo, y me dolió que no creyera en mí. – Exprese con sinceridad.

Solo quería dejarle en claro que yo era inocente. Pero nuestra amistad ahora se mantenía al margen. Por el momento no sentía que podía perdonarlo, ahora solo quería alejarme un poco de el, porque claramente, Natalí tenia algo contra mi y yo no hacia más que traerles problemas en su relación.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Capítulo 9.


Capítulo 9:

Narra Nick:

Luego de que Emma regreso a su casa, me quede junto a Natalí. Aunque no podía evitar pensar en lo que había sucedido durante la cena. Tenía que aclararle algunas cosas a mi novia, no podía seguir tratando así a mi mejor amiga. Así que me decidí a solucionar ese problema.

-¿Quieres decirme que es lo que tanto te molesta de Emma? – Pregunté con curiosidad.

-No quiero hablar de ella, ya sabes lo que pienso. – Contesto intentando cambiar de tema.

-No sé exactamente lo que piensas de ella, y yo si quiero hablar sobre esto. No puedes seguir comportándote así, se que no derramaste esa bebida por accidente. – Exprese serio. Ella solo gruño algo enfada y respondió disgustada.

-Lo admito, si es lo que quieres oír… lo hice a propósito, Nicholas. Solo porque no la soporto. Odio que siempre esté metida en tu casa, con tu familia, y contigo. – Exclamo enojada. Yo solo suspire cansado de siempre escuchar lo mismo.

-Ya te dije mil veces que es mi amiga, es amiga de la familia. Además ¿Qué fue lo que te hizo? Nada Natalí, no tienes excusas. – Dije.

-¿Qué no tengo excusas? Ya verás Nicholas, tendrás pruebas de lo mal que se comporta. Y te arrepentirás de defenderla. – Exclamo aun más enfadada que antes. Y otra vez se fue sin despedirse.

Odiaba que se comportara así. Sinceramente era una actitud muy inmadura de su parte. Nunca podíamos terminar de hablar algo seriamente, porque ella siempre se enojaba y se iba, esquivando el problema. Ya estaba resignado a solucionar las cosas.

Narra Natalí:

No podía soportar ver a esa estúpida cerca de mi chico. Tenía que separarlos de alguna manera, no podía permitir que siguieran viéndose. Aunque ellos decían que eran solos amigos, yo sentía que en esa amistad había algo más que un simple cariño de amigos. Y no iba a perderlo. Nicholas me pertenecía, y debía hacer lo que fuese para mantenerlo conmigo. Así qu fui en busca de mi cómplice, por así llamarlo… Robbie. El quería estar junto a Emma, pero Nicholas estaba en el medio, ya que Emma dudaba de Robbie por las cosas que los hermanos Jonas decían sobre el.

-Hola. – Dijo Robbie al abrirme la puerta de su casa. - ¿Tu aquí? – Pregunto confuso y sorprendido de verme allí.

-Si, estoy aquí. Quiero ser rápida y concisa. – Exprese.

-¿Qué quieres? – Cuestiono el chico nuevamente.

-Antes debo hacerte una pregunta. – Dije. - ¿Te gusta Emma? – Pregunté con atrevimiento. El solo sonrió al mismo tiempo que asintió con la cabeza, y al instante me permitió ingresar a su vivienda.

-¿Qué tienes que decirme sobre ella? – Cuestiono con demasiada intriga.

-Sé que Nicholas te molesta. Esta en el medio, entre tú y ella. ¿No es así? – Exclame segura.

-Si, es lo que me parece. Esta todo el tiempo con ella… - Dijo.

-Mira, seré exacta. Necesito que me ayudes a que Nicholas y Emma se peleen. Nos conviene a los dos. – Explique. - ¿Estás dispuesta a ayudarme? – Volví a cuestionarlo.

-Te ayudaré en lo que sea. – Acepto.

-Bien, sabía que aceptarías. – Exprese satisfecha. – Bien, necesito que ahora mismo vayamos a la casa de Emma, tú debes distraerla, que salga de su casa. Yo entraré a su casa, y utilizare su teléfono celular. – Indiqué. El solo memorizo lo que indique, al instante salimos juntos hacia la casa de la chica, pero obviamente íbamos distanciados para que nadie pudiera reconocernos. Cuando noté que Robbie ya estaba con ella en la vereda de la casa, entré por la puerta trasera. Estaba tranquila, porque sabía que su hermano mayor no estaba allí, pues trabaja por la tarde. Subí las escaleras hasta que halle su habitación, donde justamente encontré su celular. Lo tomé entre mis manos y comencé a escribir lo siguiente:

“Natalí, no creas que te dejaré tranquila. Nunca podrás estar en paz con Nick, mientras este yo. Juro que voy a destruirte, y te quitaré todo lo que tienes. Eres una idiota, maldita perra.”

Inmediatamente envié ese mensaje a mi teléfono, y cuando todo estaba listo y bajo control, salí de la casa procurando que nadie me viera. Ahora si que las cosas comenzarían a tomar formas, de una vez por todas tendría a esa idiota alejada de mi chico. Nicholas quería pruebas de la maldad de Emma, pues ahora las tendría. Y no había maneras para que sospechara de mí.

Narra Emma:

Robbie me había pedido encarecidamente hablar fuera de mi casa, y no entendía porque. Igualmente acepte, solamente estábamos en el pequeño camino al costado de casa. Me hablo un poco de puras cosas sin importancia, no le prestaba demasiada atención a lo que decía, hasta que las cosas se pusieron más serias.

-No resisto más Emma. – Dijo. Yo lo mire algo confundida.

-¿Qué es lo que quieres? – Pregunte precisa.

-Besarte. – Contesto con exactitud. Entonces lo pensé un momento. Todavía no me sentía segura pero… ¿Qué más daba? Lo tenía allí, frente a mí. Rogándome que lo besara, pidiendo estar conmigo. No perdía nada al intentarlo… así que cerré mis ojos, y permití que nuestros labios se unieran. Solo puedo decir que me sentí extraña, y me sentí más rara aun cuando oí la voz de Nicholas.

- ¿Qué haces? – Cuestiono comportándose como un celoso. ´

-Nick… lo siento, pero creo que no debes estar aquí. – Conteste. Era solo mi amigo, no tenia obligación de responderle que estaba haciendo. Pero capte su mirada hacia Robbie. Lo observaba directamente a los ojos, desafiante.

-No. – Siento mucho interrumpirlos siempre. Olvidaba que son la pareja más linda del barrio. – Exclamo sarcásticamente y nos abandono. Realmente se comportaba raro. No quería verme junto a Robbie, le molestaba que estuviera junto a el. Y no hallaba motivos. Si el tenia a su novia ¿Por qué yo no podía mantener un noviazgo con alguien? ¿Por qué besar a Robbie implicaba arruinar nuestra amistad? Si que Nicholas me confundía, y demasiado.

domingo, 28 de agosto de 2011

Capítulo 8.

Capítulo 8:

Narra Emma:

Ya hacia tres días que no veía a Nicholas. Luego de que discutimos esa vez, no volví a hablar con el. Necesitaba arreglar las cosas. Así que segura de lo que haría, me dirigí hacia la casa de la familia Jonas. Al llegar, toque el timbre como lo hacia siempre y Joseph abrió. No se sorprendió de que estuviera allí, y hasta sabía porque motivo me hallaba en su casa.

-¿Vienes a hablar con Nick? ¿No? – Preguntó perspicaz.

-Si, necesito hablar con el. – Respondí.

-Lo siento Emma, pero el no está en casa, regresara en unas horas. – Indico. Pensé un minuto, y me di cuenta que también sería bueno conversar con Joe, teníamos muchas cosas de que hablar.

-Oh, es una lástima.- Dije. – Pero… ¿podemos hablar nosotros? – Propuse un poco insegura.

-¿Nosotros? – Cuestiono el confundido.

-Si… en realidad, creo que tenemos de que hablar. – Insistí.

-Está bien. – Acepto Joseph, y me permitió pasar a su hogar. Me senté en uno de los sofás del living, mientras Joseph tomaba parte de su tiempo en preparar dos cafés. Luego de unos minutos, regreso con el preparado, y se sentó frente a mi. Estuvimos en silencio unos minutos, mientras bebíamos algunos sorbos de aquella bebida caliente, hasta que escuche a Joe a hablar. Se decidió y se animo a dar el primer paso en esta conversación algo extraña.

-Emma… supongo que quieres saber porque no soy el mismo de antes. – Expreso en lo cierto.

-Bueno, en realidad yo... no es exactamente lo que quiero saber. – Dije entre dudas. Joe me miro algo confundido.

-¿Qué es lo que quieres saber entonces? – Cuestiono.

-Joe, quiero que sepas que no soy entrometida, y que solo quiero saber por que me ignoraste al verme. ¿Por qué me trataste mal? – Exclame sincera. Joseph suspiro profundamente y luego se decidió a hablar.

-No fue nada fácil mi pasado, debes saberlo. Personas que quería mucho, que eran de mi confianza, me traicionaron, me engañaron, jugaron conmigo, juro que realmente no merecía lo que me paso. – Contó el un poco enojado por recordar aquellos horribles recuerdos. – Y decidí ser otro. Ya no soy el mismo estúpido. – Dijo con disgusto.

-Nunca fuiste estúpido, Joe. – Corregí sus palabras. – Solamente te equivocaste, como cualquiera. Y te rodeaste de malas personas. Pero siempre tendrás a tus hermanos, a tu familia. – Intente consolarlo.

- Lo sé pero… A decir verdad, ahora me cuesta demasiado confiar en las personas. – Confeso.

-No lo creo. ¿Estás confiando en mi ahora, no es así? – Pregunté.

-Tienes razón. Pero tu Emma, tu eres diferente. Se que eres incapaz de ser falsa conmigo. – Exclamo al mismo tiempo que renacía su lado de chico bueno. – Perdón, te trate muy mal, y tu lo único que haces es hacerme sentir mejor. – Se disculpo.

-No tienes que pedirme perdón. Te entiendo, Joe. Puedes confiar en mí. – Dije comprensiva, mientras le regalaba una cálida sonrisa amistosa. Luego de esa conversación tan profunda, seguimos charlando, durante una hora. Fue muy bueno para mí poder dejar las cosas en claro con Joseph, ahora lo podía comprender, no había más dudas ni misterios. En un momento, el teléfono de la casa sonó, y Joseph se dirigió a atender la llamada. Al regresar me dijo que era Nicholas, que quería decirle que vendría a cenar con Natalí. Así que mis esperanzas de arreglar el problema con Nick, se desvanecieron, al menos por ahora. Pero antes de irme, Joe me detuvo.

-Emma, Kevin traerá a Sophia también. Y ya que estás aquí… ¿quieres quedarte a cenar? – Propuso amistosamente con simpatía.

-No lo sé… es que… No le caigo muy bien a Natalí. – Dudé.

-No te preocupes por ella, si quieres quedarte ¡Quédate! – Insistió. Y finalmente acepte la invitación. Decidimos hace la cena juntos. No sabía que Joe tenía experiencia en cocinare. Cuando Nick y Natalí llegaron yo me encontraba en la cocina. Sentí que hablaban y se dirigían hacia el comedor. Mientras Joseph les decía que la cena ya estaba casi lista. Mientras terminaba los últimos detalles, Nicholas apareció detrás de mí.

-¿Qué haces aquí? – Pregunto confundido.

-Joe me invito a cenar. ¿Te molesta? – Conteste fingiendo ser indiferente.

-No… en realidad me alegra que estés aquí. – Dijo. Y yo sonreí.

-Lo siento Nick, no quería discutir contigo aquel día. ¿Podemos ser amigos otra vez? – Pregunté desechando todo mi orgullo que no hacia más que alejarnos.

-Claro que sí. Yo también te pido disculpas, Emma. – Expreso cálido y luego me abrazo cariñosamente. Me sentí mejor al haber solucionado tan rápidamente nuestros problemas. Nos dirigimos juntos hacia el comedor, y comenzamos a cenar tranquilamente. Aunque estaba segura que mi presencia le molestaba a Natalí. No me miraba para nada bien, y lo único que hacia era resaltar todo el tiempo que Nicholas era su novio, y lo felices que estaban. Mientras que Sophia y Kevin conversaban amablemente con todos, ellos eran realmente tranquilos. Denise estaba encantada conmigo. Hasta nos felicito a Joe y a mí por la exquisita cena que preparamos juntos. Todo estaba bien, hasta que en un momento, me puse de pie para buscar el postre, y debí pasar detrás de Natalí, quien accidentalmente arrojo bebida en mi remera.

-¡Oh, lo siento! No quise hacerlo. – Dijo ella. Pero yo percibía que lo había hecho con la intención de derramar la bebida en mí.

-Está bien, no importa. – Exprese. Aunque por dentro me sentía enojada.

-Emma, ven conmigo, te daré otra remera. – Indico Nick atentamente. Y su novia lo miro rabiosa al mismo tiempo que yo seguía a su chico. Entramos en su habitación, y me dio una de sus camisas. Yo reí al verla. Me daba gracia usar su ropa. El solo sonrió con picardía. Me metí en el baño a cambiarme, y Nick se quedo esperándome del otro lado. Al salir, me observo diferente. Se acerco lentamente a mi, y la verdad que pensé que iba a besarme. Pero no lo hizo. Solo prendió dos botones delanteros de la camisa, que habían quedado desabrochados.

-¿Qué tal me queda? – Pregunté algo sonrojada por la situación.

-Te ves genial. – Me alago. Y yo me eche a reír nuevamente.

No sé exactamente lo que pasaba entre nosotros. Podíamos ser los mejores amigos, pero más de una vez sentía que había algo más que nos unía, y no era solamente un simple sentimiento de amistad.

lunes, 22 de agosto de 2011

Capítulo 7.

Capitulo 7:

Narra Emma:

Llegue a mi casa y mi hermano Taylor seguía despierto. Estaba mirando televisión, pero la apago para poder conversar conmigo. Al instante percibió que estaba rara, y que algo me había sucedido. Por eso me pregunto preocupado.

-¿Qué te paso? – Preguntó.

-Nada. En realidad, quisieron jugarnos una broma a Nicholas y a mí, pero les salió más. Nos encerraron en un armario, y bueno, ya sabes de mi problema. – Conté. – Fue algo estúpido. Ya estoy bien. – Dije.

-¿En serio estás bien? – Volvió a preguntar.

-Si. Ya paso. – Conteste tranquila.

Luego seguimos hablando sobre todo lo que había sucedido. Le conté que Nicholas me había ayudado, que el era diferente porque nunca participaba de esas cosas típicas de los chicos de su edad. El era diferente, más maduro, correcto, pero sin dejar de ser divertido, cariñoso, y un verdadero amigo. Me fui a dormir pensando en la manera en la cual se comporto conmigo cuando me puse mal. Como me consoló, me abrazo, me hizo sentir más tranquila. Todo eso me demostró que era un chico tierno y comprensivo, algo que esperaba de el.

Narra Nick:

Al día siguiente, todavía continuaba pensando en lo que había ocurrido la noche anterior. Sentía que había algún motivo por el cual Robbie hizo ese tipo de “broma”. Así que al instante en el cual vi a Joe en casa, le pregunté sobre eso. Y fue la primera vez después de mucho tiempo que me contó algo como lo solía hacer antes.

-¿Por qué Robbie nos encerró? ¿Qué quería lograr con todo eso? – Pregunte curioso.

-Mira Nick, todo aquí sabemos como es Robbie. Generalmente todo lo que quiere, lo tiene. Y si no lo obtiene, se pone furioso. No puede aceptar que perdió algo. – Contó Joseph.

-¿Y? ¿Qué es lo que quieres decir con todo esto? – Cuestione nuevamente confuso.

-Que Robbie hizo una apuesta, Nick. Aposto que besaría a Emma, y no lo puedo hacer porque ella se negó. Entonces busco una forma de vengarse, por primera vez se sintió rechazado. – Explico detalladamente.

-Con esto que me dices, no me queda duda de que es un idiota. – Exprese algo enojado. - ¿Quién se cree que es? – Especulé. Joseph lanzo una breve carcajada. Después de escuchar todo eso, me sentí más desconcertado aun. Ahora dudaba si debía contárselo a Emma, o quedarme callado, no quería lastimarla con algo tan estúpido. Y como si esto no fuera suficiente, llego Natalí a mi casa y comenzó a cuestionarme con desconfianza.

-¿Qué hacías con Emma anoche? Te olvidaste por completo de mí. – Indago recelada.

- Lo siento. Ella tuvo un problema, y como soy su amigo, la ayude. – Dije con tranquilidad.

-Sabes que Nicholas, no te creo una sola palabra de lo que dices. – Expreso dudosa. – Mis amigas vieron cuando la besabas. – Acoto.

-¿¡Que!? – Exclame sorprendido. – Mienten, Natalí. Y no es la primera vez que lo hacen. – Dije intentando hacerla reflexionar. Sus amigas realmente la engañaban.

-¿Ellas mienten? Creo que es al revés. – Expreso. Yo suspire agotado, al mismo tiempo que intentaba hacerla entrar en razón, pero ella no escuchaba nada de lo que decía.

-Te lo diré por última vez. Te estoy diciendo la verdad. Si no me crees, y prefieres dejarte llevar por lo que te dicen las demás, sal por esa puerta ahora mismo. – Exprese despechado. Y ella manteniendo su actitud totalmente ignorante e indiferente, abandono mi casa, dejándome con un nudo terrible en la garganta, pero al mismo tiempo sintiéndome aliviado. Al instante en que Natalí abandono mi casa, Kevin apareció. Había oído todo, y le pedí un consejo. Me dijo que ella en poco tiempo entraría en razón, y se daría cuenta de lo que había hecho. Y con respecto a Emma, me aconsejo que aunque doliera, debía decirle la verdad. Kevin era mágico, siempre encontraba una buena solución, y se tomaba las cosas con calma. Creo que tenia esa actitud porque al ser mayor que yo, ya tiene experiencia en este tipo de situaciones.

Entonces sin excusas, me dirigí hacia la casa de Emma. Pero al llegar me encontré con ella junto a Robbie, en la vereda de la casa. Igualmente interrumpí. Emma por un momento dejo a un lado a Robbie, y se acerco a hablar conmigo.

-¿Qué hace el aquí? – Pregunté.

-Nick… estamos hablando. En realidad se disculpo por lo que sucedió ayer. – Contó ella algo distraída.

Así que te pidió disculpas… ya me lo imaginaba. El es tan sincero. – Exprese con sarcasmo. Y esto a ella no le agrado en absoluto.

-¿Qué dices Nicholas? Ya deja de hablar mal de Robbie. – Exclamo algo enojada.

-¡Bien por ti! Ahora lo defiendes. – Dije. – Si supieras lo que tengo para decirte sobre el… - Exclame intentando que cambiara de opinión. Pero se enfado aun más.

-No quiero saberlo, no me interesa. En vez de venir a criticar a Robbie, deberías ir a detener a tu novia que esta hablando pestes sobre mí. – Dijo totalmente enojada. No me dejo contestarle, ya que se alejo tanto como pudo, y quede solo. Debía detener a Natalí, se notaba en su rostro que tenia algo contra a Emma.

Narra Kevin:

Como lo hacía todas las tardes, fui a visitar a Sophia. Nos gustaba estar en su casa, porque siempre comíamos algo, mirábamos televisión, escuchábamos música, o simplemente conversábamos de la vida. Ella era una chica totalmente inteligente, dulce, y linda. Ese día al llegar, Soph estaba junto a su amiga Melody, así que nos quedamos platicando los tres juntos.

-¿Y tu Melody? ¿Te gusta algún chico? – Pregunto Sophia entre risas. –

-No. Bueno, en realidad si. –Respondió entre dudas.

Creo que harías buena pareja con Joseph. – Acoté. En realidad, tenía la noción de que Melody sentía algo especial por mi hermano, desde mucho tiempo. Ella se sonrojo al escuchar mi breve opinión, y no dijo nada más. – Melody ¿quieres que te diga algo sobre Joe? – Pregunté con confianza.

-¿De que se trata? – Cuestiono curiosa.

-Tu sabes todo lo que le sucedió a Joe, y bueno el ahora protege de sobremanera a sus emociones, y desconfía de casi todo el mundo. Solo una chica muy especial, y buena como tú podría llegar a su corazón y superar los obstáculos. Si de verdad lo quieres, búscalo. De verdad vale la pena. – Aconseje. Y al instante ella sonrió animada, y con un brillo en sus ojos que no había visto antes. Le di una esperanza. De cierta manera, volví a animarla para que peleara por ser algo más en la vida de Joseph. El se merecía a una chica como ella, la necesitaba.

martes, 16 de agosto de 2011

Capítulo 6.

Capítulo 6:

Narra Joe:

Contemple por completo la escena cuando Emma se negó a besarlo a Robbie. Admito que fue muy gracioso, es anormal que una chica ignore a Robbie. Creo que es la primera vez que le sucede. Y estoy seguro que el está muy molesto, sobre todo porque perdió la apuesta que realizo con nosotros. La misma constaba en besar a Emma el día anterior, y como todos sabemos, no lo logro. Y le fastidiaba demasiado perder, y más cuando se trataba de chicas. Llegue a la casa de Max, donde también se hallaba Scott y Robbie, que al verlo, me largue a reír como un idiota. Y Robbie me regalo su peor cara.

-¿De que te ríes? – Pregunto estúpidamente.

-Perdiste tu apuesta. – Dije y retorne a burlarme de el nuevamente.

-¿Es cierto? – Preguntaron Scott y Max que hasta el momento no lo sabían. Robbie suspiro al mismo tiempo que se quejaba de mis burlas.

-Si, lo acepto. Perdí la apuesta. Pero las cosas no van a quedar así ¿escucharon? A mi nadie me ignora. Y mucho menos una chica como ella. – Expreso totalmente enojado y avergonzado por su derrota.

-Como tú digas, perdedor. – Respondí bromeando. – Ah por cierto, feliz cumpleaños Max. – Lo felicite.

-Al fin alguien se acuerda. – Expreso mirando a Robbie y Scott que todavía no lo saludaban.

-Feliz cumpleaños. Siento haberme olvidado. – Dijo Scott y luego rio. – Invita a más gente, yo puedo pagar la comida y la bebida, como regalo. – Propuso. Y todos aceptamos. Max invito a las chicas, y luego decidió invitar a mis dos hermanos. Aunque Kevin no fue, porque decidió quedarse junto a su novia, Sophia. Irían al cine. Así que solo fue Nicholas, junto a John, Corbin, Liam, Natalí, Emma, Amber, Kelly, Jenna, Wendy y Melody.

Mientras cenábamos en la sala principal de la casa, la música estaba a todo volumen. Luego Robbie comenzó a sacar algunas botellas de bebida alcohólica, y comenzamos a beber.

-¿Emma podrías traer algunas bebidas que quedaron en el armario? Tú estás más cerca. – Preguntó Max. Ella acepto.

-Te acompaño. – Dijo Nicholas que la siguió por detrás. En ese instante Robbie también se puso de pie, y me di cuenta que tramaba algo. Estaba seguro que quería vengarse de Emma, pues ella lo había ignorado, y por lo tanto el perdió la apuesta.

Narra Emma:

Entre al amplio pero breve armario, a buscar lo que los chicos pedían. Nicholas me siguió, y entro conmigo para ayudarme a traer las cosas. Nick subió a la pequeña escalera para alcanzar las bebidas, y al instante la puerta se cerró, y escuche como alguien giraba la llave, dejándonos atrapados allí dentro. Di media vuelta casi desesperada intentando abrir, pero estaba trabado. Alguien lo había cerrado intencionalmente. Odiaba estar así, porque era claustrofóbica, y no podía estar mucho tiempo en lugares tan cerrados.

-¡Nick estamos atrapados! – Exclame con desesperación.

-Tranquila, vamos a salir de aquí cuanto antes. – Dijo mientras forcejeaba y peleaba contra la puerta.

-Alguien lo hizo a propósito. – Me queje. – No puedo estar aquí mucho tiempo, voy a quedarme sin aire, y vamos a morir aquí encerrados. – Exprese intranquila y un tanto exagerada.

Nicholas lanzo una breve risa burlona. – No vamos a morir. – Dijo serio.

-Necesito salir, hablo en serio, no puedo soportar estar en lugares cerrados, me siento mal. – Dije con lágrimas en los ojos.

El me miro, y notó que no era una simple escena dramática y exagerada, si no que realmente era un problema para mí estar atrapada ahí dentro. Entonces se acercó un poco más y poso sus manos en mis hombros, mirándome fijamente a los ojos.

-Hey, mírame. Tranquila ¿sí? Prometo por lo que más quiero, sacarte de aquí ahora mismo. Nada malo va a pasarte. Trata de mantener la calma. – Dijo intentando tranquilizarme. Y me transmitió la sensación de que todo estaría bien. Al instante sonreí levemente y lo abrace un poco asustada. Luego el siguió insistiendo en abrir la puerta.

-¡Abran ya! ¡Esto no es gracioso, no es divertido! – Expreso a los gritos un poco enojado. Pero nada respondía. - ¿Traes tu celular? – Preguntó. Acto seguido le entregué mi teléfono, y concibió una llamada.

-¡Joseph alguien nos encerró en el armario! Ábranlo ahora. Emma no se siente bien, abran ya. – Exclamo a través del teléfono. Y unos minutos después Joe abrió la puerta.

Narra Nick:

Cuando salimos de allí dentro, vi a Robbie reír con sus amigos, como si esta situación fuera divertida y graciosa. Lo miré enojado. ¿Cuándo será el día en que pueda madurar un poco? – Pensé. El y sus actitudes me desagradaban por completo.

-¡Como se te ocurre hacer eso! – Pronuncie furioso.

-No exageres Nick, todo está bien, fue una simple broma. – Se defendió Robbie.

-No, nada está bien. Ella se siente mal. Eres un idiota. – Dije firme al mismo tiempo que contralaba mis intensas ganas de golpearlo.

-Nick… no importa, vamos afuera, por favor. – Pidió Emma. Entonces mire a esos chicos idiotas indignado, y salí con Emma hacia el exterior.

-¿Estás bien? – Pregunté preocupado.

-Si… solo necesitaba tomar un poco de aire fresco. – Contesto con una linda sonrisa. – Sabes… creo que quede como una estúpida, exagerada. – Dijo.

-No… entiendo que eres claustrofóbica, no te sientas mal por eso. – Exprese intentado hacerla sentir mejor.

-Es que, tal vez todos piensan que es un capricho lo de la claustrofobia, pero me sucede por recuerdos horribles que me atormentan. – Confeso tristemente. – Mi padre… bueno el, no era muy bueno conmigo, cuando yo hacía algo malo, siempre me castigaba, y el… el me encerraba en el ropero por horas. Recuerdo cerrar los ojos tan… tan fuertes esperando que alguien abriera. – Contó con los ojos húmedos y la voz entrecortada. Sentí una impotencia terrible cuando ella narraba esas memorias, me estaba confesando un secreto tan doloroso, y tenía que contenerla de alguna manera. No supe que palabras decirle, pero si la abrace con fuerzas. – Perdóname por hacerte pasar este momento… pero necesitaba descargarme de alguna manera, solo mi hermano sabe esto, es que normalmente me duele recordar estas cosas. – Expreso con confianza.

-Tú en mi puedes confiar, siempre. Soy tu amigo y estoy aquí para escucharte ¿sí? No tengas miedo de hablar lo que sea conmigo. – Dije comprensivo.

-Gracias, en serio. – Agradeció ella quitándose algunas lágrimas. Quise hablar nuevamente pero justo su amiga Melody apareció tras ella. La buscaba porque debían regresar a sus casas.

-¿Estás bien? – Pregunto Melody a Emma. - ¿Nick te hizo algo? – Insistió al verla con los ojos húmedos.

-No, no. Solo recordé algo, no tiene importancia. – Dijo ella.

-Espero que sea cierto. Venía a decirte que ahora me voy a casa, y digo, como vivimos cerca regresemos juntas. – Exclamo la chica.

-Sí, está bien, vamos a casa. – Acepto Emma. Luego se acercó a mí, y me proporciono un dulce beso en la mejilla. – Adiós, Nick – Susurro.

-Adiós, nos vemos pronto. – Conteste.

Y se fue. Dejándome con una mezcla de sentimientos incomprensibles. Me sentía mal por ella, quería matar a los chicos por hacerla pasar un difícil momento, y a la vez quería ir corriendo y quedarme con ella por el resto de la noche, haciéndola reír. ¿Qué estaba sucediendo con mis emociones?

domingo, 14 de agosto de 2011

Capítulo 5.

Capitulo 5:

Narra Emma:

Salimos junto a Robbie hacia afuera. Caminamos un poco por el exterior, conversando sobre cosas totalmente normales, sobre nuestras vidas. Aparentaba ser un chico bueno, con una personalidad sencilla. No podía creer tener a un chico tan atractivo a mi lado, debo admitirlo, era genial. Luego de media hora, regresamos a la casa de Melody. Allí seguimos platicando un poco más, pero esta vez con todo el grupo. Al finalizar la reunión, Robbie me acompaño hasta mi casa.

-Estás muy linda hoy, digo… sigues muy linda. – Me dijo cariñoso.

-Gracias. – Conteste con una sonrisa y mis mejillas enrojecidas. El se acerco un poco más de lo normal hacia a mi, y noté que intentaba encontrar mis labios con los suyos, tratando de besarme con deseo. Moví mi cabeza un poco para impedirlos, y el me miro confundido.

-No sé como se comportan las demás chicas contigo. Pero yo no soy como las otras. – Dije firme y de inmediato ingrese a mi casa sin despedirme. No me había agradado en absoluto su actitud, y su comportamiento que hizo sentir incomoda. Al entrar a mi casa, me coloque mi pijamas, quite mi maquillaje, y sin pensarlo, fui a dormir. Necesitaba descansar.

Al día siguiente en la tarde, Robbie regreso a mi casa. Mi hermano lo atendió y lo miro un poco confuso.

-¿El… es? – Preguntó sensato.

-Taylor, es el un amigo, Robbie. – Dije presentándolos. Robbie extendió su mano, y mi hermano le correspondió el saludo. Luego nos dejo solos, se fue en silencio. Aunque percibía que nos estaba mirando desde algún lugar.

-Quería disculparme por lo que sucedió anoche. – Dijo sin dejarme pronunciar palabra alguna.- Me porte muy mal. – Admitió.

-No estuvo tan mal… - Dije y reí sutilmente. – Solo prefiero que vayamos más despacio, tal vez conocernos, ser amigos.- Propuse ilusionada.

-Como tú quieras. – Expreso el. – Ahora te invito a tomar algo, para recompensar lo de ayer. – Planteó.

Yo acepte encantada y me prepare para ir en tan solo unos pocos minutos. Salimos hacia el centro comercial de la ciudad, y allí tomamos unos deliciosos licuados frutales. Luego recorrimos el lugar completamente, y nos divertimos entra risas. La pase fantástico. Así paso exactamente una semana. Salía junto a Robbie todo el tiempo. Me gustaba pasar tiempo con el. Todo iba completamente bien, hasta que un día fui a visitar a Nick, y finalmente Joseph me hablo.

-¿Así que sales con Robbie? – Preguntó curioso.

-Si, así es. – Conteste.- ¿Por qué preguntas? – Cuestione con intriga. El lanzo una mirada hacia arriba. Suspiro, y luego volvió a hablar.

-No lo sé, soy curioso. – Dijo. – El es mi amigo… lo conozco. Pareces una buena chica, ten cuidado con el. – Me advirtió con indignación. No pude responder porque justo en ese momento Nicholas llego a la sala. Pero las palabras de Joe habían quedado rondando en mi cabeza.

Narra Nick:

Escuche en el momento exacto cuando Joe le advirtió a Emma sobre Robbie. Y entendía porque lo hacia. Ese chico no tenía buena fama. Pero al mismo tiempo me alegraba saber que Joe otra vez estaba demostrando su lado bueno, que siempre tuvo y nunca perdió.

-¿Por qué tu hermano me advirtió sobre Robbie? – Pregunto Emma con curiosidad.

-Te diré la verdad. – Dije sincero. – Robbie no tiene buena fama como novio. En realidad cambia muy seguido a sus chicas. Y tu eres bueno… muy bonita. – Confesé. – Y llamaste su atención. Creo que tu le demostraste que no eres una chica fácil, y tal vez por eso se sienta más atraído hacia a ti. – Explique desde mi punto de vista. – Pero si estás feliz, tú sigue con el, solo ten cuidado. – Aconseje.

Últimamente con Emma nos comportábamos muy unidos. No había día en el cual no hablara con ella. Todas las noches nos llamábamos para contarnos como habían salido las cosas, y nos aconsejábamos mutuamente. Era como mi mejor amiga, y yo como su mejor amigo. Y me preocupaba un poco que saliera dañada por todo esto de su relación con Robbie, pero siendo una chica inteligente, no se dejaría vencer fácilmente. Mientras seguíamos platicando en mi casa, llegaron Kevin junto a Sophia y Jenna. Así que nos quedamos un rato junto a ellos.

Narra Emma:

Cuando vi a mi amiga Jenna, recordé que tenía que hablar con ella. En realidad, contarle algo lindo que había sucedido hace poco tiempo.

-¡Olvide de contarte algo! – Exclame dirigiéndome a Jenna.

-¿Qué cosa? – Pregunto curiosa.

-Es sobre mi hermano. No te mueras, por favor. – Dije graciosa. Ella rio y volvió a pedir que contara lo que tenia para decir. – Mi hermano… bueno, estábamos hablando y me dijo que para el, tu eres la más linda de mis amigas. – Conté. Y noté como a Jenna comenzaron a brillarle los ojos, y sonrió ilusionada.

-¿Realmente dijo eso? – Cuestiono atontada por mi respuesta.

-¡Si! – Respondí.

Era una situación muy divertida. Y realmente no me molestaba que le gustara mi hermano, aunque no estaba acostumbrada a compartirlo. Pero a pesar de que no la conocía demasiado, estaba segura que era una chica fantástica.

Luego de conversar un poco más con ellos decidimos salir a caminar un poco. Y en ese momento, me encontré con Robbie. El me tomo de la mano, y me alejo de ellos. Yo lo seguí. Percibí como Nicholas también se alejaba del grupo y tomaba el camino para regresar a su casa. Lo notaba molesto cada vez que yo me iba con Robbie.

-¿Qué miras? – Preguntó Robbie al observarme con la mirada perdida. No podía dejar de pensar en la advertencia de Joe y Nick.

-Nada… es solo que estoy un poco distraída. – Dije. Y al instante sonreí fingiendo que todo estaba bien.

-Emma… creo que ya llego el momento. – Insinuó.

-¿Qué momento? – Cuestione aparentando no comprender lo que insinuaba.

-El momento para esto… - Manifestó y se acerco directamente para besarme. Atormentada por la advertencia de mis amigos, confundida con mis emociones, y realmente dudando de mis sentimientos, me aleje de el, impendo que sus labios tocaran los míos. El chico me miro sin comprender lo que me sucedía.

-Lo siento, Robbie. No estoy segura de hacer esto. – Exprese con la mirada bajo. Hice un pequeño gesto lamentando lo sucedido y sin decir más nada me aparte de el. Dirigiéndome hacia mí casa.

Mi problema era que no quería ser demasiado fácil. No quería ser usada, y luego desechada como una basura, como una cualquiera. Tenía que impedir que Robbie me utilizara, temía que me anotara como una más en su lista, y luego me votara.